Exposición del Sesquicentenario en Capital Federal

Con motivo de celebrarse el 150 aniversario de la Independencia argentina, el gobierno nacional de Arturo Frondizi  (1958-1962) organizó una exposición que se proponía mostrar al mundo el grado de modernización tecnológica y el nivel científico y cultural que se aspiraba alcanzar. Con este fin se creó una oficina especial a cargo de César Janello junto a un equipo de colaboradores de la Sociedad Central de Arquitectos, que distribuyó los pabellones en el predio de Plaza Francia en la ciudad de Buenos Aires, articulando preexistencias, como la Facultad de Derecho y el Museo de Bellas Artes, con nuevas infraestructuras, como el puente peatonal en hormigón armado que se construyó para integrar los distintos sectores. Numerosos profesionales de renombre en el ámbito local fueron convocados para la concreción de los principales stands y su equipamiento, como Mario Roberto Álvarez, Juan Andersen, Antonio Bonet y Mario Pozzo, mientras que otros, como Buckminster Fuller y Victor Lundy enviaron sus diseños ya elaborados. La mayoría de los pabellones se constituyeron en exponentes de dominio técnico, vuelo formal y exploración espacial, destacándose las construcciones correspondientes a las representaciones estatales de Agua y Energía, la Comisión Nacional de Cultura, la Secretaría de Comunicaciones, la Comisión Nacional de Energía Atómica entre otras. La incorporación de materiales aún poco utilizados en la industria de la construcción, la escala de sus componentes y la posibilidad de experimentar en configuraciones inéditas fueron los aspectos más celebrados por la crítica disciplinar, si bien las demoras en su concreción, los costos y el carácter efímero de la exposición fueron interpretados negativamente desde la opinión pública.