Ciudad Universitaria de la Universidad de Buenos Aires

Los debates en torno al agrupamiento de los edificios de la UBA llevaban varias décadas. En 1937 se encomendaron distintos proyectos a la Sociedad Central de Arquitectos y al Ministerio de Obras Públicas de la Nación entre otros, en los cuales se evidenciaban las coordenadas del debate: los que estaban a favor del modelo la universidad integrada a la dinámica urbana y aquellos que tendían a un área separada, como una ciudad especializada. Bajo estas ideas la UBA había creado una comisión especial pero recién en agosto de 1958 se retomó el tema. Durante la administración del rector Risieri Frondizi, en el marco de tensos episodios en las universidades nacionales, el Poder Ejecutivo de facto, a cargo de Pedro E. Aramburu (1955-1958) cedió definitivamente a la UBA terrenos ganados al Río de la Plata mediante el relleno de la franja costera del barrio de Núñez, que habían sido elegidos anteriormente por la comisión. Un primer proyecto fue elaborado en 1959 por un equipo de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) formado por los arquitectos Francisco y Raúl Rossi, Elio Vivaldi, Enrique Massarotti, Alberto Trozzoli y Florencio Alvo. Sin embargo, fue desechado por el gobierno de facto de José María Guido (1962-1963) y se decidió llamar a un concurso de propuestas, donde resultaron ganadores los arquitectos argentinos radicados en los Estados Unidos Eduardo Catalano y Horacio Caminos, junto a Eduardo Sacriste y Carlos Picarel. Estos últimos se retiraron del equipo tempranamente. Además, participaron los ingenieros Federico Camba y Atilio Gallo.
El planteo original comprendía 4 áreas: la zona cultural-administrativa ocupando un lugar central en el conjunto con el rectorado, biblioteca, auditorio y plaza del rectorado; el sector de docencia e investigación que reunía a las distintas facultades en 10 pabellones; la zona de viviendas para profesores y empleados; y la zona deportiva fuera del área académica con estadios y equipamiento para actividades deportivas. Dentro del área académica, las edificaciones se disponen con cierta simetría respecto de la plaza principal. Prosiguieron los trabajos de relleno costero, construyendo defensas y secando el espacio interno, mientras la firma Petersen, Thiele y Cruz comenzaba en 1964 la edificación del primer pabellón de gran volumen (hoy Pabellón II) que comenzó a ocuparse en 1967.
Si bien la composición general respondía a cánones básicos de zonificación, la arquitectura de los edificios fue proyectada desde la teoría de los sistemas, organizando extensas grillas estructurales que configuraban el sostén y los parasoles, moduladas en torno a patios interiores de grandes dimensiones ofreciendo un alto grado de indefinición en planta en función de la flexibilidad programática.